Alberto Morales
El Universal
Lunes 18 de junio de 2007
Lunes 18 de junio de 2007
"¡Santo, Santo, Santo!", repetían los creyentes en el interior de La Divina Providencia, iglesia ubicada en la colonia Del Valle.
Mientras a dos cuadras del templo, en la sede nacional del PAN, instituto ligado a la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), la militancia blaquiazul invocaba al demonio.
"¡Demon, Demon, Demon!", gritaron los panistas al enmascarado azul del cuadrilátero, en el auditorio Manuel Gómez Morín, corazón del panismo nacional que fue transformado en una arena de lucha libre.
El objetivo del encuentro "Por un México ganador" fue el tener un mayor acercamiento con la población e informar del trabajo que se hace en zonas marginadas de la ciudad, comentó Gerardo Priego, secretario de Vinculación Social del PAN.
Rudos y técnicos, deleite de chicos y grandes, de panistas enfundados en pantalones marca dockers y playeras tipo polo, cuyos ojos parecían salirse de sus rostros ante los vuelos y golpes de los ídolos del pancracio mexicano.
Ídolos de la militancia panista que llegó en camiones de turismo de lujo a la sede nacional de avenida Coyoacán 1546.
"¡Demon, Demon, Demon!", se desgañitaban mientras que una señora en lo alto de las gradas comentó a su familia: "Yo quiero ver a (Manuel) Espino contra Felipe Calderón, ¡cabellera contra cabellera!", lanzó el reto ante la ausencia del dirigente nacional en aquella improvisada arena de lucha libre.
Entre llaves, patadas voladoras, quebradoras, piquetes de ojo, lances desde la tercera cuerda, el luchador Heavy Metal reclamó a los políticos, de todos los partidos, que las calles se hayan convertido en un lugar inseguro para salir con su familia. Pero respaldó las acciones del gobierno contra la delincuencia.
"No me gusta votar, ni creo en los políticos. Pero el gobierno le echa ganas y saca a sus perros de la guerra para que le den con todo a esa gente que nos tiene preocupados en nuestras casas... Si de eso se trata y le va a echar ganas, pos que Dios lo bendiga", dijo.
Abajo del cuadrilátero Max Cortázar, coordinador de Comunicación de la Presidencia de la República y uno de los hombres más cercanos al presidente Calderón, disfrutaba del encuentro deportivo en compañía de su familia.
Fue en la lucha estelar cuando Cortázar hizo alarde de sus reflejos al esquivar el lance de Último Guerrero, quien cayó como flecha en su asiento.
Al término del encuentro, Blue Demon Jr. le regaló a Gerardo Priego una máscara azul con el logotipo del PAN a un costado del rostro.
-¿Le gustaría ver a Gerardo Priego o César Nava como presidentes del PAN?- se le preguntó al encapuchado. "Es aventurado hablar de destapes", dijo.