viernes, 29 de agosto de 2008

La meca del tarro cumple 80 años



Meca de fervientes comensales y bebedores de cerveza capitalinos. Punto de encuentro de parroquianos, escritores, políticos, poetas, filósofos, periodistas, fotógrafos y extranjeros, el salón Corona cumplió 80 años de vida

Johana Robles y Alberto Morales
El Universal
Viernes 29 de agosto de 2008
erika.perez@eluniversal.com.mx
alberto.morales@eluniversal.com.mx

Meca de fervientes comensales y bebedores de cerveza capitalinos. Punto de encuentro de parroquianos, escritores, políticos, poetas, filósofos, periodistas, fotógrafos y extranjeros, el salón Corona cumplió 80 años de vida.

Considerado como uno de los lugares emblemáticos de Centro Histórico, por su historia cultural y pasión futbolera, el salón fue abierto por primera vez un 27 de agosto de 1928, en la calle Bolívar bajo el cuidado de don José Iglesias Testas, un migrante de origen español.

Por sus barras han desfilado ex candidatos presidenciales como Andrés Manuel López Obrador y Patricia Mercado, actores como el charolastra Diego Luna, políticos como Dolores Padierna y Martí Batres, o deportistas como el automovilista Patricio Jourdain, que han disfrutado de las tradicionales tortas de pulpo y de la bebida de la casa, cerveza de barril que se derrama de sus tarros de vidrio.

A través de las décadas, a decir de clientes, meseros y dueños, en la cervecería más antigua del Centro Histórico, detrás de la ya desaparecida cantina El Nivel, no hay distinciones de ningún tipo.

En los muros de El Corona está retratada parte de la idiosincrasia nacional que se resume en el tamaño de un balón de futbol.

Sus rostros, captados por la lente de Fabrizio León, reflejan la incredulidad, la angustia y la desgracia de un pueblo que ve por televisión cómo su héroe nacional Hugo Sánchez Márquez, en el mundial de México 86, erró el penal frente a Paraguay.

El salón Corona celebró este miércoles su aniversario entre música de The Doors o Led Zeppelin. Los ahí presentes llamaban por celular a sus amigos para “caéle y tómate una chela”.

También se rindió homenaje por medio de un reconocimiento a esos héroes anónimos como "Mingo" (Domingo D. Sierra), mesero que por más de 28 años han servido esa bebida mágica, espumante, fría, afrodisiaca color ambar.

El miércoles por la noche no faltó quien se incluyera en la historia del salón Corona.


Video: Cumple 80 años el Salón Corona
Uno de los sitios para comer y beber con mayor tradición en el Centro Histórico festeja ocho décadas de vida http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/91668.html