Senador del PRD asegura que los recursos son un beneficio ilegal
Alberto Morales
Alberto Morales
El Universal
Domingo 23 de septiembre de 2007
Los fondos que se destinan al pago de pensiones y jubilaciones para ex presidentes prácticamente se manejan de manera discrecional por el mandatario en turno, debido a que no existe una normatividad que regule esta partida.
El propio presidente Felipe Calderón siguió el mismo camino de sus antecesores y no etiquetó recursos económicos para ese rubro, según consta en el proyecto de Presupuesto de Egresos 2008 que envió al Congreso para su análisis.
Por tanto, no se sabe de dónde sale esta partida ni su monto, aunque se conoce que cada año el pago de pensiones de cinco ex presidentes cuesta al erario más de 259 millones de pesos.
El senador David Jiménez Rumbo (PRD), quien presentó una iniciativa de ley para reglamentar las pensiones de los ex mandatarios, dijo que esos recursos son una mochada que se entrega de manera “ilegal” a voluntad del Ejecutivo porque no están contemplados en ninguna ley.
“Los recursos salen de una partida especial designada por el propio presidente en turno. Estamos hablando de una mochada, no son una pensión o jubilación porque no cumplieron con los 30 años de tiempo que marca la ley”, afirmó a EL UNIVERSAL.
De acuerdo con el proyecto de Presupuesto, la Presidencia ejercerá mil 774 millones 785 mil 100 pesos en el 2008, y su principal gasto estará enfocado en servicios personales, materiales, suministros e inversión física.
En el rubro de pensiones y jubilaciones, en el resumen económico por destino del gasto del proyecto, ese concepto aparece en cero.
En agosto pasado este diario dio a conocer una investigación del Senado que señala que las pensiones y prestaciones de los cinco ex presidentes —aunque Ernesto Zedillo renunció a su pensión vitalicia— tienen un costo al erario público de 259 millones 115 mil 269 de pesos al año, lo que representa en promedio un monto de 51 millones 823 mil pesos anuales por cada uno, según la Cámara Alta.
Jiménez Rumbo dijo que es inaceptable que los ex presidentes ganen más que el propio Felipe Calderón.
Explicó que la iniciativa de ley que presentó el año pasado, turnada a las comisiones unidas de Gobernación y de Estudios Legislativos, plantea que las personas que hayan ocupado el cargo de presidente reciban una remuneración diaria a razón de la cantidad que resulte un salario mínimo general vigente en el DF, misma que será contemplada anualmente en términos de lo que se disponga en la Ley de Presupuesto de Egresos.
En 1976, el entonces presidente Luis Echeverría decretó que quienes dejaran el cargo debían recibir una pensión vitalicia. Luego, Miguel de la Madrid lo ratificó en 1987, un año antes de dejar la Presidencia.
La protección para los ex titulares del Ejecutivo incluye 78 elementos de las fuerzas federales para cada uno de ellos: 45 elementos del Ejército —32 de tropa, ocho oficiales, cuatro jefes y un general—, 22 elementos de la Armada —16 de tropa, cuatro oficiales y dos jefes— y 11 elementos de la Fuerza Aérea —ocho de tropa, dos oficiales y un jefe.
También disponen a 25 empleados de la Federación: tres choferes y personal de oficina, y tienen derecho a una camioneta blindada, otra más para su esposa y sus hijos, y tres autos para escoltas.
Se cubren sus gastos de telefonía, y tienen acceso a viajes nacionales o al extranjero. Además, reciben primas mensuales, aguinaldo, bonos, prima vacacional y “apoyo” para la compra de despensa.
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