domingo, 4 de marzo de 2007

´Rudeza´ legislativa en zona de yardas

ALBERTO MORALES
El Universal
Domingo 04 de marzo de 2007
En el campo de juego, la política y la negociación sobran. Aquí la rudeza y la agilidad física se demuestran en cada yarda, en cada lanzamiento y atrapada.
Es el entrenamiento de Los Osos, equipo de futbol americano en el que participan algunos jugadores novatos del emparrillado: legisladores locales y federales.
Ahí se ven las caras el diputado federal del PVEM Jorge Emilio González, el diputado local independiente Xavier Alvarado, Jesús Sesma, vocero del Verde, y el senador Alejandro Moreno Cárdenas, del PRI.
El Niño Verde y el senador priísta por Campeche organizaron un equipo para demostrar, dicen, que hay que poner el ejemplo en la práctica del deporte, pues en México hay serios problemas de obesidad.
"A iniciativa de Jorge Emilio vamos a participar en una liga (Master FBA), nos estamos preparando, hay gente de experiencia, pero estamos en el draft (reclutamiento). Jorge y yo somos los mariscales de campo", asegura Alejandro Moreno.
González Martínez agrega: "Además estamos entrenando porque en mayo vamos a jugar contra el equipo del Reclusorio Sur."
El diputado verde dice que no tiene miedo a las críticas de sus compañeros legisladores.
"Ellos juegan tenis. No me preocupan sus críticas sólo vamos a entrenar tres veces por semana después de las siete de la noche, sin que interfiera con nuestro trabajo legislativo".
Entre el viento que sopla, una voz de mando recorre la cancha: "¡No sean flojos! ¡A trotar!".
Los verdes son los últimos en llegar al entrenamiento. Sus críticos dirían que son "niños bien" entrenando para ser "hombres malos" en un campo de empastado artificial de un exclusivo colegio donde sólo se permite a los alumnos el idioma inglés, allá por Observatorio.
Primero trabajo físico, trotaron 10 minutos. Luego ejercicios de elasticidad, una serie de sentadillas. Después ejercicios de velocidad: una "lagartija", se levantan con su propio impulso, velocidad máxima cinco yardas.
Y vuelven con el mismo ejercicio en tres ocasiones sólo que en vez de "lagartijas", se intercalan con abdominales y apoyados en sus rodillas se ponen de pie con su propio impulso, máxima velocidad, ahora 10 yardas.
"Concéntrate, lanza a medio cuerpo, fija un objetivo y suelta el brazo", son las indicaciones de un entrenador de lanzamiento que instruye a González Martínez los movimientos básicos de ese deporte.
"¡Se ven ganosos! Pero vamos a ver. Yo creo que en unos dos o tres meses estarán listos para un juego amistoso", comenta el entrenador en jefe, quien desconocía que en Los Osos hubiera legisladores.
Aquí en el campo de juego, el fuero y la inmunidad como hacedores de leyes se queda en los casilleros.
"¡A mí lánzamelo con todo lo que tengas!", reta al diputado federal a un corpulento jugador quien bien podría ganarse el mote de El refrigerador.
¡"Uuuuu"!, aúllan Los Osos cuando esa mole de músculos no pudo hacerse del balón de futbol americano porque rebotó en su pecho.
La práctica sigue, corren, ensucian la camiseta, son los nuevos guerreros de San Lázaro, Donceles y Xicoténcatl. "Niños bien" entrenando para ser hombres de rudeza. "¡Uno! ¡Dos! ¡Tres! ¡Osos!". Fin del entrenamiento.

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