“De los tres que surgieron ¡no se hace ni uno!”, coinciden la actriz Raquel Pankowsky, el columnista Salvador García Soto, y el comentarista Fernando Rivera
ALBERTO MORALES
ALBERTO MORALES
El Universal
Sábado 30 de junio de 2007
Por primera vez en la historia de México, los resultados de una elección arrojaron no uno sino tres presidentes de la República: al electo Felipe Calderón Hinojosa, al “legítimo” Andrés Manuel López Obrador, y a Vicente Fox Quesada, quien pide que se le continúe llamando Presidente, aún cuando ya culminó su administración.
Ver para creer. Se trata de una “trinidad presidencial” que ya se convirtió en una estampa pintoresca de la clase política nacional, en su representación más surrealista.
A un año de distancia, en una visión lúdica del acontecer nacional, la actriz Raquel Pankowsky (Martita Según); Salvador García Soto, columnista de EL UNIVERSAL, y Fernando Rivera, comentarista del popular programa radiofónico El Weso, coinciden en que de los “tres Presidentes” no se hace ni uno.
“Cuando Fox fue presidente dejó que su mujer (Marta Sahagún) gobernara, y ahora que no lo es, hace una réplica de Los Pinos y de la cabañita del amor en su rancho y quiere qué le sigan diciendo Presidente”, expone la actriz Pankowsky, quien por años parodió a Marta Sahagún con el nombre de “Martita Según”.
En ese tono, Salvador García Soto comenta: “No es nada sano para el país y genera mucha confusión tener tres figuras que tratan de aparentar ser presidentes. Ninguno asume lo que los mexicanos quieren ver como gobernante”.
Perdimos tres oportunidades
Rivera Calderón atiza: “¿Ganamos tres presidentes o perdimos tres grandes oportunidades de
tener uno bueno?”.
Aunque para Pankowsky las ideas Andrés Manuel López Obrador, “presidente legítimo”, no son tan malas, puesto que Felipe Calderón Hinojosa ha llevado acabo varias propuestas del político tabasqueño en los seis meses que lleva al frente del gobierno.
“No más que El Peje les daba más dinero a los pobres y a los ancianos (700 pesos), y Calderón nomás les da 500, porque no es populista”.
Y sin distinciones entre la legitimidad, la legalidad o la necedad de seguir en la arena política, la actriz Pankowsky comenta que ser Presidente “ha de ser bien chido. Porque es la mejor manera de hacerse de una lanota. Si no, que lo digan los hijos de Marta Sahagún”.
Salvador García apunta que esto es parte del surrealismo de la política mexicana. “La idea de tres presidentes es un espectáculo. Un presidente itinerante como López Obrador; un presidente que tiene el Poder real como Calderón, que no se ve porque está encapsulado en Los Pinos. Y el otro (Fox) que vive en un mundo de fantasía que se llaman Foxilandia, el mundo mental que siempre soñó”.
Rivera añade que el presidente Calderón, en su desesperado intento de ganar legitimidad ante la gente está perdiendo el capital político con el que llegó al poder.
“Los otros dos son patéticos, Fox por no saber dejar lo que nunca quiso asumir y López Obrador por no saber reconocer que perdió la elección de 2006”, señala.
Y en este recuento de los daños, de esa “trinidad presidencial” que es parte del acontecer político, Raquel Pankowsky contradice el principal argumento que utilizaron los publicistas de Calderón Hinojosa contra el ex jefe de Gobierno capitalino.
“Quien representa un peligro para México es Felipe Calderón. Un presidente de ultraderecha, que usa al ejército contra el narco, me asusta mucho. Pero en verdad siento terror cuando muere una señora en Zongolica, y sale a decir que fue por gastritis. Y que cuando muere una familia en Michoacán, diga que no sabe qué decir, porque se está investigando”, señala con preocupación.
Opinan especialistas
“Los supuestos tres presidentes, no es más que el resultado de la incultura democrática en México”, opina el analista político Ricardo Alemán.
Para el periodista y colaborador de EL UNIVERSAL, el que López Obrador se haya nombrado “presidente legítimo” es una tomada de pelo para justificar su derrota; mientras que Fox Quesada, señala Alemán, es un caso patético, porque no reconoce que su tiempo como presidente ya terminó.
“Se juntan los dos extremos: el que perdió, no lo acepta y quiere imponerse; y el que se fue y que no reconoce que tuvo una gestión deplorable, y que su tiempo terminó”, dice.
Alberto Aziz Nassif, doctor en ciencias sociales, expone que la polarización social que generaron los resultados de los comicios del año pasado sigue vigente y una consecuencia fue la división entre el “presidente legítimo” (Andrés Manuel López Obrador) y el “presidente legal” (Felipe Calderón Hinojosa).
“Pero la parte menos importante es la de Fox Quesada. Es algo ridículo pretender que le sigan llamando presidente y compararse con personajes como Francisco I. Madero o Benito Juárez, presidentes con una trayectoria histórica.”
Al respecto, Ricardo Alemán sostiene que el único punto de comparación es que Vicente Fox Quesada fue el primer presidente después de siete décadas del PRI, el presidente de la alternancia.
“Eso tiene un valor, pero fuera de ello, no tiene porque insistir en que le llamen presidente, cuando es un ex presidente que la historia lo colocará como un mal mandatario”, afirma el especialista político.
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