martes, 8 de julio de 2008

Exaltaban en filme a ‘represores’ de la DFS


Alberto Morales
El Universal
Lunes 07 de julio de 2008
alberto.morales@eluniversal.com.mx

Leal, honrado, educado, discreto, abnegado, enérgico, valeroso, capaz, puntual, diligente, respetuoso, compañero y persistente, son cualidades y valores que caracterizaban a agentes de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS).

Esa era “la mística” de la corporación que entre las décadas de los 60 y 80 vivió su época de oro como la policía política y aparato de espionaje del mandatario en turno.

En 1981, el entonces presidente José López Portillo mandó elaborar —ex profeso para su consumo— el documental Así es la Dirección Federal de Seguridad, que estuvo supervisado por su director Miguel Nazar Haro, sobre quien pesan denuncias de asesinatos, torturas, privaciones y desapariciones presuntamente cometidas por la DFS.

Son imágenes nunca antes vistas sobre sus instalaciones, personal, equipo y sus operaciones dentro de su cuartel general en Plaza de la República número 20, elaborado por el departamento de Audiovisual de la DFS.

El documental, que dura 53 minutos, exalta la figura del López Portillo, por medio de retratos, fotografías y bustos de bronce, así como las frases de su gobierno como “La Patria es primero”.

A Nazar Haro se le compara con un tigre, emblema de la corporación, por ser un “animal poderoso que no rehúye al peligro, ataca de frente, prefiere actuar en silencio y observa lo que otros seres no alcanzan a ver”, señala el narrador Pedro García, ex agente de la DFS.

Por las imágenes del filme se sabe que a principios de los 80 las instalaciones junto al Monumento a la Revolución, contaban con un área de estudio (biblioteca) para aspirantes que pasaban seis meses en entrenamiento, que comprendía de rigurosas de pruebas sicológicas, acondicionamiento físico y prácticas de tiro.

A través de las escenas se puede constatar cómo los miembros de la policía política se “disfrazaban” para cambiar su fisonomía e infiltrarse en tareas de inteligencia o contrainteligencia del régimen priísta. El agente Félix Lozano aparece colocándose una peluca y barba postiza.

El documental concluye con un acercamiento al retrato de López Portillo colgado en lo que fue la sala de juntas y en la oficina de Nazar Haro, en la escena se exaltaba la imagen del director de la DFS comparándola con la de un tigre.

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