martes, 8 de julio de 2008

“Interrogaban como en las películas”


Alberto Morales
El Universal
Domingo 06 de julio de 2008

Luego de la matanza del 2 de octubre de 1968 y del 10 de junio de 1971, la lucha armada fue adoptada por jóvenes para responder a la represión del Estado.

Jaime Laguna Berber probó en los 80 los horrores de la guerra sucia. Fue plagiado por agentes de la DFS el 15 de mayo de 1980 al salir de la preparatoria Tacuba.

Militó en la Liga Comunista 23 de Septiembre, la guerrilla urbana más buscada por la inteligencia mexicana.

Ricardo, su nombre clave, recuerda que cuando lo secuestraron los agentes de la DFS le vendaron los ojos y lo golpearon, y luego fue conducido a los sótanos de la Dirección Federal de Seguridad (DFS).

Pese a tener los ojos vendados, alcanzó a identificar algunos aspectos generales del lugar. Recuerda “la oficina” donde tenían a detenidos y desaparecidos.

Era un cuarto pintado de negro y con luz negra, de cuatro metros por cuatro, con focos en las esquinas. “Atrás de la puerta había un escritorio donde te sentaban y, como en las películas, te ponían potentes lámparas de luz para interrogarte”.

Por 30 días sufrió castigos corporales por agentes de la DFS. Las palizas y torturas con toques eléctricos —recuerda— eran para sacar datos de la Liga.

Hoy tiene un bufete de abogados. Dice que ha pasado por el edificio de la extinta DFS y que “no siento nada; nada más decir que estuve ahí”.

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