miércoles, 25 de abril de 2007

La radio universitaria, sinónimo de abandono

Navega a la deriva en un mar de rezago tecnológico, reducido presupuesto y bajo alcance radial, afirman expertos

Alberto Morales
El Universal
Domingo 22 de abril de 2007

La radio universitaria en la capital del país navega a la deriva en un espectro radiofónico dominado por contenidos comerciales, de acuerdo con varios especialistas.

Esas estaciones, señalan estudiosos, subsisten con reducidos presupuestos, rezago en su infraestructura tecnológica; bajo alcance radial y como principal problema: carecen de una legislación adecuada que les permita el autofinanciamiento de sus producciones.

Para la ciudad de México donde viven 8.7 millones de habitantes, según el Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática, sólo hay tres estaciones que operan bajo el esquema de permisionadas por el gobierno federal, y que pertenecen a instituciones de educación superior.

Radio UNAM, de la Universidad Nacional Autónoma de México, que inició transmisiones en 1937 y que cuenta con dos frecuencias (96.1 en FM y 860 de AM); El Politécnico en Radio, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), que transmite desde 1994 en el 95.7 de FM; y Radio Ibero, de la Universidad Iberoamericana, que inició transmisiones en 1991, en el 90.9 de FM.

Información de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y Televisión señala que en el espectro radiofónico de la capital del país hay 60 estaciones; 53 concesionadas y siete permisionadas.

En Amplitud Modulada (AM) se encuentra el mayor número de estaciones concesionadas (31) por dos permisionadas, mientras que en Frecuencia Modulada (FM) se tienen cinco permisionadas por 22 concesionadas.

Raúl Trejo Delarbre, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, señala que una de las tareas fundamentales de las instituciones de educación superior es la difusión de la cultura.

Por ello, subraya que para las universidades es prioritario disponer de una frecuencia radial propia, pues esto les permite difundir no sólo el trabajo de su planta académica y de sus estudiantes, sino también abrir espacios de debate y reflexión.

Al hacer un balance sobre las radios universitarias, el especialista en medios de comunicación comenta: "Más que insuficientes, yo diría que es significativa la pobreza de las radios universitarias, por la falta de espacios institucionales para este tipo de producciones y la falta de interés de las mismas universidades para incursionar en la difusión de masas".

Para Aleida Calleja, investigadora y representante en México de la Asociación Mundial de Asociaciones de Radios Comunitarias, AC (AMARC), es "increíble" que en una capital del tamaño del Distrito Federal, sólo se cuente con tres emisoras universitarias.

Ante esos números, agrega, es muy clara la ausencia de una política de Estado para promover radios universitarias que estén en contacto con la sociedad.

Los factores
Para los investigadores, este déficit de opciones radiales educativas a la radio comercial tienen que ver varios factores.

Entre ellos, Callejas destaca que la mayor parte de espectro radiofónico de estaciones permisionadas corresponden a los gobiernos de los estados, y sólo se han otorgado unos cuantos permisos a instituciones de educación superior.

Refiere, por ejemplo, que Radio Universidad de Puebla tardó 20 años en recibir un permiso para poder operar, mientras muchas universidades lo hacen de manera clandestina.

Érick Fernández, académico del departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana, comenta que la saturación del espectro radioeléctrico se ha utilizado por las autoridades como excusa para no abrir nuevos espacios permisionados para las instituciones de educación superior en la ciudad de México.

"Pero también depende de una mirada estratégica de las instituciones para mantener a estas radios, no sólo como centros de prácticas profesionales para sus estudiantes, sino para satisfacer las demandas crecientes de la audiencia del valle de México."

Raúl Trejo, autor de Poderes salvajes. Mediocracia sin contrapesos, apunta que el principal problema para la operación de las estaciones otorgadas a las universidades es el régimen legal:

"En México, hay estaciones radiofónicas concesionadas y permisionadas, las primeras pueden vender publicidad, y las segundas, no, en la idea de que las permisionadas tendrán en respaldo suficiente de las instituciones que las patrocinan.

"Pero la realidad en México es que siempre esas estaciones están en un estado de aflicción, porque sus presupuestos no alcanzan sus plantas técnicas son deficientes, los salarios que pagan son bajos y están impedidas de poder vender servicios y espacios en virtud de esta taxativa legal", aseguró Trejo Delarbre.


Existe apatía del gobierno federal: UAM
A pesar de su importancia como institución de educación superior pública en la capital del país, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) carece de frecuencia propia para difundir su trabajo.

Por ello, maestros y alumnos han buscado otras opciones como un cuadrante radiofónico como Zona metropolitana, programa que se transmitía por el 660 de AM en la estación Radio Ciudadana del Instituto Mexicano de la Radio (Imer).

Raúl Navarro, profesor de Comunicación de la UAM-Xochimilco y conductor de dicho programa, comenta que en distintas ocasiones se han hecho gestiones para que la Universidad Autónoma Metropolitana pueda tener una estación.

"Pero los intentos con las autoridades federales no han dado resultados", señala. Y advierte que por parte de las autoridades educativas, existe apatía para buscar un permiso ante la Secretaría de Gobernación.

"Tendrían que haber sido los rectores en turno de la UAM los interlocutores con las autoridades, pero siempre han argumentado cuestiones de carácter presupuestal, de que el sindicato requiere las plazas, de que no hay condiciones, siempre ha sido una cantaleta", lamenta Navarro.

Sin embargo, Raúl Trejo Delarbre comenta que no sólo es necesario contar con los recursos tecnológicos, sino que exista el suficiente interés de las autoridades educativas para emplearlos en este rubro.

"Es de llamar la atención que en Radio UNAM, por ejemplo, no hay espacios para los estudiantes de comunicación", sostuvo.

Asegura que ante la falta de espacios, alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM han recurrido a internet para hacer su propia "radio en línea", y difundir sus prácticas, "pudiendo tener un canal de difusión mucho más amplio" en la estación de la Universidad.

Con el investigador, coincide Aleida Callejas, al señalar que salvo en el caso de Radio Ibero, donde hay una gran participación de estudiantes y jóvenes, las radios universitarias pretenden ser demasiado formales y no hay colaboración de los diferentes sectores que conforman una universidad.

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