ALBERTO MORALES
El Universal
Domingo 22 de abril de 2007
Las campañas mediáticas a favor o en contra de la despenalización del aborto en la capital del país poco han influido en la ciudadanía, pues ésta ya tiene una postura definida, coinciden mercadólogos y especialistas en medios de comunicación.
Roy Campos, director de Consulta Mitofsky, empresa dedicada a los estudios de opinión, comenta que el país, según uno de sus sondeos, está dividido en zonas por el tema aborto.
En los estados del norte, su población está más a favor de la iniciativa. Mientras que en el sur, la gente muestra una opinión más conservadora; y en el centro, principalmente el Distrito Federal, hay una mayoría que está a favor, pero en zonas como la del Bajío la propuesta no es apoyada, comenta.
A raíz de la iniciativa para modificar del Código Penal para despenalizar el aborto durante las primeras 12 semanas de gestación en esta capital, grupos antiabortistas como la organización denmechance.org han lanzado una intensa campaña de spots en televisión, radio, internet, prensa y espectaculares, para detener la iniciativa.
Incluso en un anuncio televisivo, aparece el comediante Roberto Gómez Bolaños Chespirito en favor de la defensa de la vida.
En tanto, los diputados locales de PRD, PRI, PT y Convergencia lanzaron una contracampaña donde "Paulina" -una joven bajacaliforniana que fue violada a los 13 años y a quien no se le permitió interrumpir su embarazo- exige a cuadro dar la libertad a las mujeres para decidir.
En los días previos a la discusión de la iniciativa en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), organizaciones contra la interrupción del embarazo y pro aborto publicaron planas completas en diarios capitalinos y de circulación nacional expresando sus posiciones.
Para el profesor-investigador y coordinador del posgrado en Comunicación de la Universidad Iberoamericana Manuel Alejandro Guerrero, los medios han servidor como ring, donde los grupos sociales están dirimiendo sus diferencias.
Empero, critica, la televisión, radio y prensa sólo han reflejado dos posiciones, color blanco y negro, es decir, a favor o en contra.
"El debate es muy maniqueo, pues no reflejan lo que la sociedad opina. Los medios están difundiendo las voces de los actores que gritan más fuerte y que en el espacio público gozan de lugares privilegiados para transmitir sus puntos de vista.
"Por un lado, tenemos a los partidos y al gobierno del Distrito Federal, y por el otro, a la Iglesia y los grupos contra el aborto", explica.
Marco Levario Turcott, director de Etcétera, revista especializada en el análisis de medios de comunicación, refiere que los llamados mass media han cumplido como espacio de difusión de hechos, pero también han participado como "protagonistas" en el debate sobre la interrupción del embarazo.
Lamenta que persista una "visión maniquea" a favor o en contra de la propuesta que se discute en la Asamblea Legislativa, pues argumenta que eso representa una enorme audiencia para los medios, mientras que los ciudadanos no se han visto favorecidos con un debate mesurado, propositivo y de fondo.
"En el tema del aborto los ciudadanos pasaron a ser simples espectadores y no han sido invitados, mediante el periodismo, a un debate reflexivo, por ello vemos una polarización extrema", apunta.
Campañas del miedo
Guerrero y Campos coinciden en señalar que tanto los grupos a favor y los que están en contra han utilizado, en alguna medida, "campañas negras o de miedo", para tratar de persuadir a la ciudadanía.
Manuel Alejandro Guerrero asegura que hay rasgos de miedo, en algunos anuncios espectaculares con fondo negro y que se lee en letras blancas intensas "A un hijo se le defiende con la vida".
"Visualmente son muy agresivos, pero sí su intención es meter miedo, están destinadas a fracasar, pues en el caso del aborto, la decisión es personal o familiar, así que los efectos mediáticos son menores", agrega.
Y precisa: "No es lo mismo que metan miedo sobre algún personaje que va a tomar decisiones sobre el erario público o sobre la vida política del país, que metan miedo sobre lo que me va a pasar si hago o no hago tal cosa. Aquí hay un límite y esta es una situación que recae en el ámbito de la vida privada".
Para Roy Campos, los dos grupos han utilizado una estrategia similar a la de una campaña política por un cargo de elección para tratar de influenciar a la ciudadanía.
Dice que los que están en contra de la despenalización llaman al aborto "asesinato de niños", para tratar de generar sentimientos en las personas, y los que promueven la iniciativa advierten que "todos los días mujeres mueren por practicarse abortos ilegales".
A diferencia de una campaña política cuando se busca convencer a un grupo de ciudadanos indecisos, sobre la interrupción del embarazo, la gente tiene ya una posición definida, y cuando escuchan los mensajes simplemente refuerzan sus creencias, afirma.
Marco Levario subraya que los actores políticos utilizan a los medios como un ring y los únicos beneficiados son los propios medios, que incrementan sus audiencias y sus ganancias económicas.
Advierte también que en la actual coyuntura política se avecinan más debates que causarán polarización en la sociedad, como la participación de la iniciativa privada en la producción de hidrocarburos o la discusión de la eutanasia en el Senado de la República.
"Ya tenemos este antecedente, y los medios de comunicación no han hecho esfuerzos por privilegiar la reflexión y el análisis, porque eso no les genera público", acota.
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